Necesitas: Cerillos y una linterna.
Experimento: Enciende un cerillo y mantenlo a una distancia de 10 a 15 centímetros de la pared. Ilumínalo con una linterna y verás que en la pared sólo se refleja tu mano y el cerillo. Parece obvio, pero seguro nunca habías pensado en eso.
¿Qué es lo que pasa?: El fuego no proyecta una sombra porque él también es una fuente de luz.
Créditos: ver original
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